El pasado año llegaron a su fin un total de 426 matrimonios en la comarca. A 256 parejas se les acabó el amor o el cariño y decidieron llegar a un acuerdo amistoso por el que terminar su relación y empezar una nueva vida por separado. Más traumática parece ser el fin de otras 170 parejas, que tendrán que vérselas en los tribunales para dar por concluido su matrimonio.
Todas esas cifras vienen a suponer una ruptura con el estancamiento en el número de divorcios que se había dado en 2009 y 2010, cuando en el partido judicial avilesino se habían registrado en torno a 370 rupturas. Así pues, el balance del Consejo General del Poder Judicial, al que ha tenido acceso este diario, apunta a que a lo largo del último año el número de divorcios alcanza niveles similares a los de los años previos al estallido de la crisis económica.
Ese dato tendría cierto valor si, como sostuvieron entonces diversos expertos, las causas económicas tendrían mucho que ver en un descenso en el número de rupturas que se registraban, no ya solo en Avilés o Asturias, sino en el conjunto de España. Dichos expertos argumentaban que, en una situación en la que uno o los dos cónyuges estuvieran en paro o carecieran de ingresos, la opción del divorcio pasaba a relegarse hasta el último momento. Y lo que parece es que, para 426 matrimonios de la comarca, su último momento llegó el pasado año hasta el punto de que las estadísticas arrojan cifras propias de los años 2008, 2007 y 2006, todas ellas muy superiores a las 335 que se registraron, tanto amistosas como no consentidas, que se registraron en el año 2005.
Precisamente en aquel ejercicio entró en vigor el denominado 'divorcio exprés', una fórmula que permitía reducir los trámites y plazos para la formalización de los divorcios amistosos. Aquel cambio fue apuntado desde diversos sectores de corte conservador y religioso como la razón del incremento del número de divorcios en los años sucesivos. En el caso del partido judicial de Avilés, ciertamente, en 2006 se alcanzó el récord de rupturas, con 492 casos, de las que 301 eran de mutuo acuerdo.
Normalidad
Sin embargo, la cifra se había reducido en años sucesivos hasta los 375 del 2009 o los 376 divorcios del año siguiente, cifras ambas más similares a las del ejercicio 2005.
Al margen de esas interpretaciones acerca de las razones para la oscilación en las cifras que ofrecen las estadísticas, los datos concretos del pasado año arrojan un aumento del 12,3% en lo que se refiere al número de divorcios de mutuo acuerdo -de los 228 del año 2010 a los 256 del pasado ejercicio-, y del 14,9% en el caso de las rupturas no consensuadas -de 148 en 2010 a 170 el pasado año-.
Esos datos se completan en la estadística ofrecida por el Consejo General del Poder Judicial con los relativos a las separaciones, trámites que, por norma general, son previos a las formalización del divorcio, de la ruptura definitiva del matrimonio. En este capítulo el pasado año se cerró con un total de doce separaciones consentidas registradas, frente a las 19 del año anterior, y de once no consentidas, frente a las 13 del ejercicio 2010. En años previos, las cifras eran similares, con un total de 22 separaciones, amistosas o no, en 2009, y 27 consentidas y 18 no consentidas en 2008.
En lo que no ha habido la más mínima variación en las estadísticas del partido judicial avilesino es en lo relativo al número de nulidades matrimoniales, única fórmula que permite romper de forma definitiva los matrimonios de carácter religioso. Legalmente, supone la invalidación del matrimonio por la existencia de algún tipo de defecto o anomalía fundamental en su celebración o en el desarrollo de la convivencia de la pareja. Pese a ello, ni una sola pareja ha logrado la nulidad en la comarca desde el ejercicio 2006. La última que lo hizo fue precisamente el año anterior, en 2005.
Lo cierto que esa es una fórmula con escaso predicamento. De hecho, en el caso de las nulidades eclesiásticas, suelen tratarse de procesos complejos y largos que, en muchas ocasiones, no llegan a buen término. Su registro en la estadística del Consejo General del Poder Judicial, resulta prácticamente anecdótico.
Nulidades matrimoniales
Aún así, y como es de esperar, las zonas más pobladas de Asturias son las que registran algún que otro caso. El pasado año, por ejemplo, hubo tres nulidades, dos en Oviedo y una en Gijón. En 2010, se registró una nulidad en Gijón, otra en Llanes y otra en Villaviciosa. En 2009 la cifra subió a siete nulidades en toda Asturias, tres en Oviedo, dos en Gijón, una en Cangas del Narcea y otra en Mieres, y en 2008 hubo otras cuatro, todas en Gijón.
En este punto, lógicamente no parece que haya tenido mucha influencia la entrada en vigor de las reformas que se dieron en llamar 'divorcio exprés', pues en 2005 no hubo ni una sola nulidad matrimonial en toda Asturias, y en los años sucesivos las cifras han sido anecdóticas.
En cuanto al resto de parámetros de la estadística relativa a los ejercicios pasados, apenas se observan grandes diferencias en el comportamiento de las parejas de la comarca avilesina con respecto a las del resto de comarcas asturianas.
De hecho, como era de esperar, el partido judicial avilesino es el tercero que más divorcios y separaciones viene registrando, por detrás especialmente de Gijón, pero a una menor distancia de Oviedo. Si en el primer caso se vienen registrando entre 700 y 900 divorcios anuales desde el ejercicio 2005, en el de la capital de Asturias las cifras oscilan entre las 650 y las 700 rupturas, según recogen los datos estadísticos consultados.
Es decir, en el partido judicial avilesino se registran en torno a la mitad de divorcios que en el de Oviedo, y casi una tercera parte de las rupturas que se contabilizan en el partido judicial de Gijón, el más poblado de toda la comunidad autónoma.
